miércoles, 31 de diciembre de 2008

Manuela Ballester, ilustradora y diseñadora


Portada de la revista Estudios, años 1930.

Figurín, 1929

El año se acaba pero, ahora que faltan pocas horas para su fin, no quiero dejar pasar el centenario del nacimiento de Manuela Ballester, una artista y diseñadora gráfica injustamente olvidada.

Manuela nació en Vilaseca (Valencia) el 17 de noviembre de 1908 y falleció en Berlín el 7 de noviembre de 1994.

Artista de la vanguardia de los años 1930 y activista del bando republicano durante la Guerra Civil, fue una de las escasas mujeres que estudiaron en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos –se matriculó en 1922 con tan solo catorce años-, ya que procedía de una familia de artistas y tenía habilidad para el dibujo y la pintura. Su padre, Antonio Ballester Aparicio y su hermano Tonico fueron escultores. Este último se formó con ella en San Carlos.

En la Escuela conoce a Josep Renau –con quien contrajo matrimonio en 1932- y entra en contacto con otros artistas de la vanguardia valenciana. Con ellos participará en reuniones artístico-literarias enfocadas hacia la renovación del arte.

Durante los años 1930, colabora con diversas revistas y se convierte en una reconocida ilustradora. Dibuja figurines de moda para Crónica y Hogar y Moda e ilustra y hace fotomontajes para publicaciones de izquierda como Estudios, Orto y Nueva Cultura. Colabora, también, con la editorial Cenit y se encarga de las portadas de la colección Nostra Novela, además de realizar carteles. En 1936 realiza uno de los primeros dirigidos a las mujeres para animarlas al voto a favor del Frente Popular. Un año más tarde, colabora con Renau en la organización del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París.

Finalizada la Guerra Civil marcha al exilio con su marido y sus hijos, primero a Francia y, después, a México, donde permaneció hasta 1959. Allí realiza murales y carteles de cine, junto a Renau, con quien trabajó en el taller estudio que fue la principal fuente de ingresos de la familia.

A partir de 1959 se instala en el Berlín Este, siguiendo a Renau. Allí trabaja para editoriales alemanas, realiza fotomontajes y dibujos para la Agencia general de Noticias Alemanas y dirige y colabora en una revista de moda.

Su relación con Josep Renau fue siempre difícil y, finalmente, acabó en separación.

Poco interesada en ser famosa, en las escasas entrevistas que le hicieron a lo largo de su vida, siempre habló más de su marido que de si misma. Por otra parte, la dedicación a sus cinco hijos restó tiempo a su desarrollo profesional.  Todo esto es, sin duda, causa del escaso reconocimiento que, hasta el momento, ha conseguido su obra.  

Si queréis conocer algunos detalles sobre la vida y el contexto de Manuela Ballester podéis consultar un artículo de Cristina Núñez Díaz  en:  http://debatabat.cat/web/read_article.php?article_ID=149&cat_ID=4

Recientemente (17 de noviembre), la asociación valenciana DonesenArt presentó el documental Manuela Ballester, el llanto airado, dirigido por la cineasta valenciana Giovanna Ribes, en colaboración con Concha Ros y Silvia Macip.  

3 comentarios:

milimbo dijo...

Qué maravilla el trabajo de esta artista y qué idóneo el título del artículo aparecico en debatabat "Una artista valenciana injustament oblidada". Que junto con Josep Renau, Francisco Badía, Enrique Climent, Francisco Carreño, Pérez Contel (del que hay actualmente una exposición den el IVAM) y su hermano Tonico, formaron un grupo de inquietos y activos artistas.

Gracias por la referencia Raquel.

Raquel Pelta dijo...

Gracias a ti.
Saludos.

fred dijo...

Vengo de encontrar en una basura de mi calle en Valencia, 31 números de la revista "Estudios" de 1931 a 1937!
No conocia esta revista y Manuela Ballester, muy interesante :)!